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Macler da consejos para una formulación eficaz del limpiacristales

En el competitivo mercado de los productos de limpieza, prestar atención a los detalles en la formulación de un limpiacristales es esencial para obtener un producto de calidad que satisfaga las expectativas del consumidor.

En el SmartLab de Macler, a la hora de desarrollar una formulación de limpiacristales que se destaque, se tienen en cuenta algunas características clave:

  • Limpieza eficaz
  • Secado rápido
  • Sin manchas ni marcas
  • Control de la espuma

 

 

 

Consulte los consejos de Macler sobre cada uno de estos puntos y los componentes ideales para garantizar el máximo rendimiento.

1. Limpieza eficaz
La limpieza eficaz es el principal objetivo de cualquier limpiacristales. Al formular un producto listo para usar, es crucial utilizar el menor número posible de ingredientes activos, evitando que queden residuos después del secado y causen manchas.

Recomendamos utilizar tensioactivos no iónicos etoxilados, que tienen un alto rendimiento a bajas concentraciones y una formación de espuma controlada. A diferencia de los tensioactivos aniónicos, éstos no forman cristales cuando se secan, lo que minimiza el riesgo de marcas. Los tensioactivos más eficaces en este caso son los Alcoholes Grasos Etoxilados con HLB entre 12 y 13.

Uno de los mejores ejemplos es el Berol 175, fabricado por Nouryon, una multinacional holandesa de la que Macler es distribuidor. Además de proceder de fuentes vegetales, este producto ofrece una excelente relación calidad-precio.

2. Secado rápido

La velocidad de secado es un factor importante a la hora de evaluar el rendimiento del producto. Cuando un limpiacristales se seca rápidamente, resulta más fácil identificar cualquier resto de suciedad. Para asegurar un secado eficaz, se utiliza alcohol etílico o isopropílico, que también actúan como disolventes de la grasa. De los dos, el alcohol isopropílico destaca porque se seca más rápidamente.

Sin embargo, es importante tener cuidado con la cantidad utilizada. Un exceso de estos componentes puede acelerar demasiado el secado, dejando al descubierto suciedad que no sería visible con un secado más controlado, lo que puede provocar más manchas.

3. Sin manchas ni marcas

Además del uso controlado de tensioactivos y alcoholes, la adición de glicoles a la formulación es una estrategia eficaz para prevenir las manchas. Los glicoles, como el butilglicol, el butildiglicol, el propilenglicol y el hexilenglicol, tienden a formar una película sobre la superficie, manteniéndola hidratada y evitando que aparezcan cristales no deseados.

Sin embargo, la cantidad debe equilibrarse cuidadosamente, ya que un uso excesivo puede provocar la formación de gotas de glicol, que empañan la superficie del cristal.

4. Control de la espuma

Los tensioactivos no iónicos, como el Berol 175, no sólo proporcionan una elevada detergencia, sino que también tienen una espuma controlada. Un exceso de espuma puede dificultar la eliminación del producto y contribuir a la formación de manchas y marcas. Por lo tanto, un control adecuado de la espuma es vital para la eficacia del limpiacristales.

Extra: método de aplicación

Además de la formulación, la forma de utilizar el producto también influye en su rendimiento. Por eso, en el envase también debe indicarse el método de uso correcto.

Mucha gente aplica el limpiacristales con paños, lo que puede provocar manchas. Lo mejor es utilizar un pulverizador o una botella exprimible, extender el producto y retirarlo con una pequeña escobilla de goma. Esta técnica, utilizada generalmente por limpiacristales profesionales, minimiza la formación de marcas.

Sugerencia de formulación

A la hora de desarrollar un limpiacristales, es esencial tener en cuenta todo lo anterior. Por ello, Macler* propone una sugerente formulación que combina un excelente rendimiento con un coste competitivo, sirviendo como excelente punto de partida.

Si se desea un atractivo diferenciador, el uso de Berol LS, una mezcla exclusiva de tensioactivos no iónicos con nano sílice, fabricada por Nouryon y distribuida por Macler, proporciona un nivel muy bajo de manchas y tiene acción antivaho. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el producto no conserva sus propiedades antivaho cuando se aclara, por lo que es ideal para uso en interiores.

La formulación que figura a continuación se ha utilizado ampliamente en limpiacristales para automóviles. Cuando se aplica en el interior, evita el empañamiento habitual en invierno. También es una excelente opción para productos de nicho, como limpiacristales para escaparates y espejos de tiendas y establecimientos comerciales en general.

Con estas directrices, los formuladores pueden crear un limpiacristales que no sólo cumpla las expectativas del consumidor, sino que las supere, garantizando su satisfacción y la fidelidad a la marca.

Póngase en contacto con el SmartLab de Macler para desarrollar un prototipo en equilibrio con su realidad.

 

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Tags: dicas, soluções, limpa vidros
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